El 24 de abril de 2005 falleció en la casa salesiana Santo Domingo Savio, en Logroño. Don Ramiro nació en Boadilla de Camino (Palencia). Con 12 años salió hacia Astudillo, donde comenzó a decir un sí generoso a don Bosco y a su proyecto de salvación de la juventud. Con 16 años salió hacia Italia, donde hizo el noviciado para misioneros en Villa Moglia. En Chile le esperaban los años de formación y de apostolado de todo tipo: casas de acogida para chicos, escuela agrícola, padre maestro de novicios y director de distintas casas. Con 46 años, fue generoso para aceptar el cambio a Ecuador: otra cultura y otras gentes. También en Ecuador estuvo 5 años de director y padre maestro. En 1965 llegó a la Inspectoría de Bilbao, donde permaneció durante 40 años. La casa de Urnieta y Logroño, algún año en Salamanca y otros en Madrid, en la Procura de Misiones, fueron las casas donde desarrolló su misión como salesiano. Un salesiano expresa así su recuerdo de Don Ramiro: “Era un hombre de fácil conversación, abierto, llano, optimista por naturaleza, amante de su tierra y un gran salesiano”. Don Ramiro nos enseñó a ser personas de fe. Él la vivió desde su vocación como salesiano y como sacerdote. Como salesiano, desde su amor a don Bosco y a la Congregación y desde su disponibilidad a la misión. Como sacerdote desde la cercanía, el buen consejo, la celebración de la eucaristía y el sacramento del perdón.

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