Falleció el pasado 10 de agosto en A Coruña, a los 69 años. Nació en Vallespinoso de Cervera (Palencia). Salesiano desde 1955, fue ordenado sacerdote en 1965. Desempeñó varios cargos en Ourense y A Coruña hasta 1969. En 1974 se licenció en Filología Románica. Desde entonces ejerció la docencia en Ourense, Las Palmas, A Coruña y Avilés. Querido por profesores y alumnos por su gran profesionalidad, su trato humano, su carácter ecuánime y su sentido religioso de la vida. Quien se acercaba a él siempre recibía su ayuda y comprensión. Un cáncer de huesos detectado en junio de 2005 puso a prueba su virtud, su entereza y su elegancia humana y religiosa. Sufrió grandes y continuos dolores; decía que si Dios amaba a los que probaba con el dolor, él era un privilegiado. Escribió: “Deseo ser un santo sacerdote salesiano”. Trabajó en ello y el Señor completó su esfuerzo.
En paz descanse. Gran profesor de lengua española. Apasionado, firme y cercano.