Falleció en Córdoba (noviembre de 2006) donde había llegado, desde el País Vasco, con toda su familia a finales de los 80. Rápidamente contactó con compañeros de Ayuda en Acción con el fin de traer una esperanza a los niños más desfavorecidos. Y con ese gran empuje que enganchaba a todos comenzó el proyecto de una cena benéfica anual, a favor de los chicos de las casas de acogida de la Asociación –hoy Fundación- Proyecto Don Bosco, una tradición que perdura hasta hoy gracias a apoyo de toda la Familia Salesiana de Córdoba. Maritxu fue todo amor. Se dedicó a los demás en una entrega total. No sólo a los de aquí. Niños de todos los continentes ha recibido su ayuda. Su bondad y entrega no tuvieron nunca fronteras, raza o religión: sólo la bandera de la esperanza. ¡Descanse en paz!
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