Tiempo libre para la convivencia y la cohesión social Una de las características de nuestra cultura es la falta de comunicación serena y profunda. Actualmente gozamos de gran cantidad de medios tecnológicos para facilitar el encuentro, pero la realidad es bien distinta. Asistimos al nacimiento de una generación definida como «hija de la información pero huérfana de comunicación». Muchos de los encuentros con nuestros semejantes son ocasionales y superficiales. Encerrados en nosotros mismos, solemos finalizar las escuetas conversaciones aplazando la posibilidad del encuentro: «bueno, ya te llamaré y quedamos». Los mensajes cifrados sustituyen al encuentro personal. El uso de internet facilita charlas virtuales en las que no existe la presencia real y directa del interlocutor. La televisión entretiene y adoctrina sin ofrecer la posibilidad de responder y expresar ideas y sentimientos. Don Bosco asentó su Oratorio sobre el encuentro personal, la convivencia y la amistad. El Oratorio de don Bosco es una obra excepcional capaz de tejer una red de comunicaciones, según afirmación de Umberto Eco. Los niños y jóvenes que asistían al Oratorio se comunicaban entre ellos, con don Bosco y sus educadores, con la sociedad, con el mundo del trabajo y con Dios. El tiempo libre es una excelente ocasión para profundizar en la comunicación con los amigos, con la familia… Es también oportunidad para corregir el uso de los medios de comunicación y ponerlos al servicio de un encuentro personal vivo y directo.
José Joaquín Gómez Palacios
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