Los religiosos salesianos realizan su primera profesión al terminar el año de Noviciado. Se trata de una consagración a Dios que, aunque el profeso quiere que sea para toda la vida, sin embargo tiene un carácter temporal: se hace por uno, dos o tres años. Después se renueva, hasta cumplir al menos un periodo de seis años. Sólo entonces jurídicamente se puede hacer la profesión perpetua, que es precedida de un tiempo de preparación y acompañada gozosamente por la comunidad inspectorial. La profesión perpetua es el signo del encuentro de amor entre el Señor que llama y el ser humano que responde entregándose totalmente a Él y a los hermanos. Renueva y confirma el bautismo, dándole una expresión más íntima y plena. Quien profesa se compromete públicamente ante la Iglesia.Ella lo ha hecho todoEl domingo 8 de Junio, en el santuario de María Auxiliadora de Sevilla tuvo lugar la celebración de la Profesión Perpetua de Antonio Jesús Ortiz. Estuvo presidida por don José Miguel Núñez, Consejero Regional para Europa Oeste. Muchos familiares, jóvenes y miembros de la Familia Salesiana llenaban el santuario.El rito de la celebración tuvo lugar después de la homilía. En un clima de oración y acción de gracias a Dios Antonio Jesús pronunció las solemnes palabras: “Hago voto para siempre”. Recibió enseguida la felicitación de todos los presentes y agradeció a Dios y a cuantos le han acompañado en el camino el don de la vocación. Su lema, las emblemáticas palabras de Don Bosco: “Ella lo ha hecho todo”, expresa el testimonio del profeso sobre el papel que María Auxiliadora ha desempeñado en su vida.Todo es graciaEn un ambiente festivo, dentro del marco de la celebración de la fiesta inspectorial en el que se celebraba también la fidelidad y la memoria agradecida de los hermanos de la Inspectoría que celebraban el 25 o 50 aniversario de su profesión religiosa y de su ordenación sacerdotal, hicieron también su Profesión Perpetua en Madrid: Sergio Oter y Guzmán Pérez. Tuvo lugar en el templo de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de Carabanchel, testigo de la ordenación sacerdotal durante muchos años de tantos sacerdotes salesianos de toda España.La ceremonia fue presidida por don Luis Manuel Moral, Inspector de Madrid que terminaba en esos días su servicio de animación y gobierno como inspector, y que expresó también su agradecimiento a todos los hermanos de la Inspectoría. En nombre de la Iglesia y de la Congregación recibió a Sergio y a Guzmán como hermanos comprometidos por votos perpetuos. Al concluir la ceremonia los nuevos profesos expresaron de manera muy sentida su agradecimiento al Señor por su gracia. Realmente, la palabra “gracias” fue la expresión más repetida durante toda la celebración.Os debo la vidaEstas palabras, “os debo la vida”, pronunciadas por Don Bosco tras su grave enfermedad, constituyen el lema elegido por Sergio Martín para su Profesión Perpetua como Salesiano de Don Bosco. Se celebró en la casa salesiana de Cruces-Barakaldo, casa donde germinó la vocación salesiana de Sergio. La celebración estuvo presidida por don Felix Urra, inspector de Bilbao y participaron en ella un nutrido grupo de salesianos, familiares, amigos y jóvenes. En el transcurso de la ceremonia, mediante la fórmula correspondiente, la oración y la aceptación por parte del Superior, quedó ratificada su unión para siempre a la Congregación Salesiana, para trabajar “en el nombre del Señor, con los jóvenes”. También en la Inspectoría de Bilbao, en la casa de Pamplona, en un día salesianamente muy señalado, el 24 de junio rubricó su consagración definitiva al Señor, Iban Segura Goyén, ofreciéndose al Señor para seguir a Cristo a lo largo de toda su vida. Representó al Rector Mayor, el inspector don Felix Urra en la celebración y en el abrazo de acogida de toda la Congregación. Realmente toda la Congregación agradece al Señor la entrega generosa de Antonio Jesús, Guzmán, Iban, Sergio Oter y Sergio Martín para quienes pide que vivan siempre con fidelidad y alegría la misión y vocación salesiana.
Felipe Alonso
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