En clima de acción de gracias y celebración de las bodas de oro de profesión de nueve hermanas, sor Carmen Catalá nos recordaba que la Inspectoría cumplía los 120 años de su fundación. Ahora pasaba el testigo a sor Lourdes, que “con su alegría, empuje, generosidad y donación plena había demostrado su gran disponibilidad". Sor Ciri Hernández, del Consejo General FMA, leía la comunicación oficial de la Madre General y su Consejo referente a este nombramiento para el período del 2007 al 2013. Daba las gracias a sor Carmen, que había llevado su servicio de animación “con entereza, elegancia, docilidad al Espíritu y optimismo hacia el futuro de la Inspectoría". Invocaba para sor Lourdes la fuerza del Espíritu, la protección de María Auxiliadora y la compañía de Don Bosco y María Mazzarello. Afirmó: “Todas las hermanas de la Inspectoría, llamadas a caminar contigo, te acogen en la fe y de corazón”, y le deseó que siga teniendo “capacidad de dejarse seducir y conducir por el Señor”.Sor Lourdes, por su parte, añadió que “no debemos dejar atrás ninguna de nuestras utopías”, y que “nuestra gran utopía está en el Evangelio, subrayada con los colores de Valdocco y de Mornese”. Por eso, “seguiremos esta utopía dando pasos, haciendo hogar, construyendo familia y en zapatillas.” Sarmientos de una tierra fértilLa histórica capilla de la Casa inspectorial de las Hijas de María Auxiliadora de Barcelona estaba repleta de familiares y amigos. El inspector salesiano de Barcelona don Joan Codina, que presidía la celebración eucaristía, comentó en su homilía que venía del Campobosco y había captado en el aire el olor de las vides “allí donde María Mazzarello se sintió criatura amada por Jesús y sarmiento de la Vid”. Recordó que “no estamos para vivir como unos sarmientos junto a otros, sino injertados en la misma Vid”. Afirmó que Lourdes, en su nueva etapa, tendría "el privilegio de extender a las hermanas la confianza y la amistad que el Señor le daba, acompañándolas en todo con bondad, comprensión, mansedumbre, paciencia, aunque en su servicio de gobierno a veces tuviera que afrontar decisiones difíciles”. Y que su función como inspectora “no consistía en organizar la vida de las hermanas y comunidades, sino de animar la vocación de todas.”Después de la celebración de la Eucaristía, una foto memorable de todas las hermanas presentes que han asumido entre nosotras el servicio de inspectora: Pilar Polo, Concha Ibáñez, Ciri Hernández, Mª Rosa Olivella, Carmen Catalá y Lourdes Ruiz de Gauna. Un curioso documento para nuestros entornos virtuales y álbumes de recuerdos. La fiesta fue, en su conjunto, una profunda acción de gracias.
Carme Canadell
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