18 jóvenes han vivido una experiencia de oración, de encuentro con ellos mismos y con Dios durante los ejercicios espirituales organizados por la Delegación de Pastoral. Santiago Arribas ayudó a crear un clima de amistad y trabajo. También Carmeli y Marisa han contribuido al diálogo entre generaciones, a dar sencillez a las reflexiones y a poner los pies en el suelo en más de una ocasión.

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