Un 69% de la población de Angola es católica, probablemente gracias a una larga tradición evangelizadora, que comenzó en el siglo XV. Los Salesianos llegaron en 1981, se instalaron en Dondo, a 180 kilómetros de la capital, Luanda. Actualmente, viven una etapa de asentamiento en el país, con presencias en seis localidades. Las Hijas de María Auxiliadora tienen otras cinco presencias y cuentan también con un grupo significativo de salesianas jóvenes. Durante estos años la figura y el carisma de don Bosco han calado en Angola. Han surgido muchas vocaciones a la vida salesiana. Actualmente son 45 los aspirantes en formación, cinco prenovicios, seis novicios, siete postnovicios, seis seminaristas en prácticas pastorales, ocho estudiantes de teología, un sacerdote nativo, un diácono y cinco coadjutores. Por otro lado los Cooperadores Salesianos son muy activos en algunas de las presencias salesianas y un gran número de personas pertenecen a las Asociaciones de María Auxiliadora. La Oficina Salesiana de Proyectos comenzó a funcionar en 2003, con sede en Luanda. Con el Proyecto “Educação aos Valores”, quiere educar para la vida mediante la información adecuada sobre las enfermedades transmitidas sexualmente (DST) y sobre el SIDA, la verdadera pandemia del África Subsahariana. Una nueva enfermedad;/strong> Desde hace siete meses se ha manifestado un virus hasta ahora desconocido en Angola: el virus del Malburg, que ha provocado ya 239 muertes. Entre las comunidades salesianas no hay ninguna afectada por el virus. De todas formas y, aunque haya pocas probabilidades de que el virus llegue a otras ciudades y pueblos del interior donde trabajan los Salesianos, se están tomando medidas de prevención y concienciación. Actualmente la epidemia está fuera de control, especialmente por la miseria extrema en la que viven y la tradición de recurrir a hechiceros y curanderos para recuperar la salud. Entre los síntomas de la infección está la fiebre y las hemorragias. Comenzó en octubre de 2004 en la provincia de Uige, en el norte de Angola, aunque las autoridades centrales del país empezaron a preocuparse en febrero de 2005. El 60% de los fallecidos eran niños y, como la mortalidad infantil en Angola es algo común, sobre todo en octubre y noviembre, cuando la malaria está más extendida, el aumento de mortalidad infantil detectado en Uige en esa época no resultó un motivo de alarma. En febrero, a causa del elevado número de muertes sin diagnóstico, el personal sanitario y el Gobierno de la provincia decidieron enviar muestras a dos laboratorios de Senegal y Estados Unidos. El 23 de marzo, de acuerdo con los resultados del laboratorio del Instituto CDC de Atlanta, el viceministro de Salud de Luanda informó de que había 96 muertes producidas por el virus del Marburg. En las dos semanas siguientes a la identificación del virus, se descubrieron más casos que en los seis meses anteriores. En Angola el ratio de mortalidad sube del 25% que se produce en condiciones normales al 90%. Esto se debe a la mala situación del sistema sanitario y demuestra la falta de condiciones económicas y estructurales del país. En otro lugar del mundo seguramente el índice de muerte sería menor y la enfermedad más controlada, pero Angola vive en una situación de miseria extrema, castigada por una larga y cruel guerra, y en la actualidad está en plena reconstrucción. Medidas de prevención;/strong> Las autoridades de Salud Pública han empezado a tomar medidas de prevención, entre ellas han pedido a la población que avise de cualquier fallecimiento que se produzca fuera de los hospitales. Se recomienda también tener mucha higiene después del contacto con los enfermos, hervir o desinfectar el agua para beber y restringir las movilizaciones hacia otras provincias o países. Se considera que el virus no es lo suficientemente fuerte como para desarrollarse fuera de la provincia. Aquí existen unas condiciones climatológicas que le ayudan a desarrollarse, y por eso a penas hay casos en el resto de Angola. Sin embargo, si el virus llegase a Luanda, la capital, la situación sería desastrosa, ya que es una ciudad preparada para 400.000 habitantes donde viven más de 4.000.000. El resto del país está en situación de emergencia; el personal sanitario no está lo suficientemente preparado, ni hay medios de higiene y prevención suficientes. Esto, y el fallecimiento de doce sanitarios en Uige, hacen que médicos y enfermeros se nieguen a atender los casos sospechosos de Marburg. Desgraciadamente, se está dejando morir a gente (con otro tipo de enfermedades curables) por desconocimiento. Solidaridad con el pueblo Angolano;/strong> Técnicos de Ministerio de Salud de todo el país, UNICEF, diversas ONG, varias Agencias de Cooperación Internacional, así como la Organización Mundial de la Salud, han aunado esfuerzos para combatir el virus del Malburg y tomar medidas preventivas en otras provincias en peligro. Toda ayuda que llegue al país será de suma importancia, ya que la situación continúa agravándose y se precisan fondos para las campañas de prevención y cuidados intensivos. En las comunidades salesianas se están tomando medidas de prevención y concienciación. En los centros de salud se está formando a todo el personal acerca de las medidas de seguridad. Los Salesianos forman parte de los grupos de trabajo oficiales para preparación de materiales y formación sanitaria y están en disposición de prestar la ayuda necesaria para combatir este virus.
María Soledad Quiroga
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