El padre Antonio Fuentes ha puesto en marcha una mutua de salud para los vecinos de Parakou. Esta original iniciativa, desconocida en África, ha permitido que las familias más pobres de la parroquia obtengan una ayuda médica que antes resultaba inalcanzable.¿Cómo surgió esta iniciativa?A través de Cáritas parroquial estábamos empleando mucho dinero al año (más de 400.000 francos cefa) en ayudar a familias pobres, sobre todo en cuestión sanitaria, y solamente solucionábamos el problema momentáneamente. Entonces se me ocurrió montar una mutua de salud, una forma definitiva de solucionar este problema que tanto me preocupaba. Y nació la Mutua de Salud Buen Samaritano.¿Cuáles son sus objetivos? Con esta mutua pretendemos prever el futuro de la salud personal y familiar, es decir, que se acostumbren a pensar “si hoy no estoy enfermo, mañana puedo estarlo”. También facilitar económicamente el acceso de las familias, especialmente las más pobres, a los servicios de salud, mejorar la calidad de dichos servicios y, por último, promover y reforzar el espíritu de autoayuda y solidaridad entre todos sus miembros. De este último objetivo dependen los otros. La mutua no podrá sostenerse y funcionar sin este espíritu de autoayuda y solidaridad.¿Es difícil incorporar a nuevos mutualistas?El primer y gran obstáculo que hemos encontrado es la desconfianza. La gente es muy desconfiada, sobre todo cuando hay dinero de por medio. El segundo obstáculo es que, generalmente, viven al día y no hay previsión de futuro (esto es una consecuencia lógica de la pobreza). El tercer obstáculo es la falta de solidaridad, hacen preguntas del tipo de “¿cómo voy yo a cotizar sin estar enfermo?”. “Si durante un año no estoy enfermo ¿me devuelven el dinero o lo puedo emplear para la cotización del año siguiente?”.¿Cómo resuelven estos obstáculos?Con paciencia y perseverancia estamos sensibilizando a la gente. Como queremos llegar sobre todo a las familias que más lo necesitan, hemos comenzado, en nuestra parroquia de María Auxiliadora, a completar las cotizaciones de aquellas familias que no pueden dar toda la cotización, incluso a pagarla completa en casos extraordinarios. Las ayudas que hemos podido dar procedían de donantes españoles.¿Cuánto supone esta cotización?La cotización más alta, que es la de una familia de tres personas, es de 6,10 euros anuales por persona. Esta cotización disminuye en la medida en que los miembros de la familia aumentan, hasta el número de 10 personas, y en este caso la cotización es de 5,80 euros anuales por persona.¿Qué cubre la Mutua?Las prestaciones son numerosas: todas las consultas médicas, el estudio de ciertas enfermedades, las pequeñas cirugías, los partos, las hospitalizaciones necesarias pero sin operación, las operaciones urgentes y no programadas como una cesárea o una hernia estrangulada. En cada una de estas prestaciones la Mutua paga el 75% del montante facturado y el 25% lo paga el mutualista.¿Y los medicamentos?La Mutua paga el 30% de los medicamentos de especialización, en caso de que sean recetados en la consulta o en la especialización.¿Está satisfecho de la experiencia?Sí, por los resultados y porque es una forma de concienciación social. La Mutua Buen Samaritano está abierta a todas las personas, sean cristianas o no. Con ella pretendemos que todas las familias, sobre todo las más necesitadas, puedan acceder a la salud a través de un espíritu de autoayuda, de solidaridad y de fraternidad, que resumimos en una frase: “Hoy por ti y mañana por mí”.
María Jesús Rodríguez
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