Llega junio, las vacaciones, el tiempo de la cosecha, tiempo de agradecer lo vivido a lo largo del curso; lo disfrutado y también lo sufrido; ¡todo nos ayuda a crecer!
Es tiempo de tener tiempo; de encontrarnos con la naturaleza: en la montaña, en el mar, en los parques, en los caminos… solos o en familia, con los amigos, tiempo de acampar y descansar; y es tiempo de viajar y conocer otros lugares y otras gentes, y otras costumbres. Es tiempo de mirar las estrellas en una noche oscura, y ver cómo brillan ¡y sorprendernos!… y es tiempo de agradecer tanto don recibido.
Es tiempo de reencuentros familiares, y volver al pueblo, y a la gente que celebra sus fiestas en honor a San Juan, Santiago, o ¡la Virgen en agosto! Fiestas en la calle, verbenas,… y fiestas que nos hablan de personas muy concretas gracias a las cuales nos llegó el mensaje de Jesús hasta hoy.
Y es tiempo de dar nuestro tiempo, de salir de nosotros mismos, de ser voluntarios con jóvenes o con adultos, en residencias, en hospitales, en comedores sociales, con transeúntes… donde, a pesar de las vacaciones, sigue habiendo gente que nos necesita.
Por último, y por si te sirve, seas mayor o pequeño, alto o bajo, rubio o moreno, con mucha o poca salud, ¡nada de esto importa!, intenta que todo el que se acerque a ti, se vaya un poco más feliz. ¿Vale?
¡Muy buen verano a todos!
Asun Carreres
No hay Comentarios