En mi primer saludo comienzo dando las gracias llenas de afecto a don Eugenio Alburquerque Frutos por su trabajo y dedicación de tantos años al Boletín Salesiano. En un saludo que recibí de Eugenio en el pasado mes de Julio me decía al darme la bienvenida: “mi enhorabuena, porque te ha tocado un lote muy hermoso”. Y haciendo memoria de mi vida salesiana, he ido recordando muchos momentos hermosos donde el Boletín Salesiano me ha hecho mucho bien gracias a las palabras de cuantos colaborany escriben en él. ¡Gracias Eugenio!
Mi recuerdo agradecido va también para don Alfonso Francia Hernández que desde Perú continua adelante en su pasión por la comunicación y educación. Y sin duda tengo que tener presente a
otros dos directores del Boletín Salesiano que desde la Casa del Padre no dejarán de ayudarme. Me refiero al gran poeta y escritor salesiano don Rafael Alfaro Alfaro y a don Pablo Marín Sánchez, con quien tuve la dicha de coincidir en Sevilla, en los inicios de mi vocación salesiana en mi casa salesiana de la Stma Trinidad y después en Roma compartiendo estudios de comunicación en la Universidad Salesiana.
Quiero comenzar mi servicio abriendo las puertas del Boletín Salesiano a todos los jóvenes, familia salesiana, amigos y desconocidos a los que llegue estapublicación. Especialmente agradecido
a cada uno de los colaboradores en la redacción y edición de cada número. La impactante imagen de la portada fue tomada el 16 de Agosto en la celebración del Bicentenario del nacimiento de Don Bosco. Unas diez mil personas se hicieron presentes como peregrinos en nuestra tierra santa de I Becchi donde nació nuestro Padre. Han estado una semana de encuentro, celebración y formación
en Turín. Los jóvenes aunque cansados tienen el corazón lleno del afecto y la pasión vivida para continuar adelante con “el sueño de los nueve años”.
Tristemente estamos contemplando otras portadas e imágenes de muchos jóvenes que huyen desesperados, cansados y muertos, buscando la esperanza de un futuro mejor. Nuestro corazón salesiano se conmueve porque tienen derecho como dice Don Bosco al pan, al trabajo y al paraíso. Sirva el Boletín Salesiano para unirse a la llamada hecha por el Papa, la Madre General y el Rector Mayor para que nuestras casas salesianas estén más que nunca abiertas a la acogida de este mar de jóvenes con sus familias.
Mi abrazo a todos vosotros lectores, amigos del Boletín Salesiano y especialmente a todos los que nos hacen llegar muchas direcciones postales de amigos para seguir haciendo el bien y dando a conocer el sueño de Don Bosco. No dudes en escribirme. Termino estas líneas agradeciendo la confianza de los inspectores salesianos por confiarme esta misión.
Me traigo el cariño de mi Colegio Mayor Universitario San Juan Bosco de Sevilla, donde he estado siete años con la dirección y la pastoral universitaria. Ahora comienzo esta nueva aventura en otros patios digitales, otros escenarios comunicativos, pero con la pasión y entusiasmo que suscita en mí la misión salesiana. Así se lo pido a Dios y a nuestra Madre Auxiliadora. Vamos a la tarea…
siempre con tu ayuda.
Leonardo Sánchez Acevedo sdb
director@boletin-salesiano.com
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