Don Bosco no puede ser alguien del pasado que ya no tiene nada que decir. Don Bosco es y será siempre nuestro modelo. Es una página de la historia de la Humanidad y de la Iglesia, que se sigue escribiendo. Su “Da mihi animas”, si cabe, es hoy más actual que nunca. Su pasión por la salvación del joven en su integridad personal es un reto. El proyecto de vida de los Salesianos sigue teniendo futuro pero ¿dónde están los jóvenes que se decidan por este proyecto de vida? Hace falta entusiasmar. Es necesario que, como don Bosco, toda su Familia lo proponga, especialmente los Salesianos. El seguimiento al Señor con el estilo de don Bosco es un camino que conduce al Amor. El camino es el evangelio según lo ha “leído” don Bosco. La meta es Cristo, el Amor con mayúsculas. El único capaz de devolver al joven su verdadera imagen: hijo y hermano. Para recorrer este camino hacen falta pastores. Don Bosco es una llamada constante a la entrega total al servicio de los jóvenes pobres y necesitados.
José Mario Pérez
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