Don Bosco solía insistir en la protección especial que la Virgen daba a toda su obra. Su convicción de que Ella se paseaba por la casa ha sido la experiencia que se vivió en Utrera durante todo el mes de mayo y en cada una de las celebraciones que se tuvieron en torno a las efemérides del 125 aniversario de la casa salesiana de Utrera y los 25 años de la coronación de la imagen.Un mes de mayo muy especial El mes de mayo mariano se inició el día 6 con la XXIX Asamblea de María Auxiliadora. Asociaciones de Andalucía y Extremadura se daban cita con sus respectivas banderas para participar en este gran día. Siguió la novena que fue presidida cada día por salesianos antiguos alumnos de Utrera, por varios obispos y por el cardenal salesiano y arzobispo de Tegucigalpa Mons. Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga que presidió el triduo final. Durante la novena, toda la comunidad educativo-pastoral se embarcó en la iniciativa de rezar un millón de Avemarías como agradecimiento a la Virgen por acompañar la presencia salesiana en España durante estos 125 años. La primera Avemaría la rezó el Rector Mayor el 7 de mayo y la última el cardenal R. Maradiaga al despedirse de Utrera en la mañana del 25 de mayo.Aniversario de la coronación El 24 de mayo llegó el día grande. Comenzó la mañana con el Rosario cantado y lleno de devotos que saludaban a la Madre de Dios a las primeras horas del alba. El cardenal de Sevilla Mons. Amigo Vallejo se hizo también presente en este día. Por la tarde tuvo lugar antes de la procesión la celebración eucarística presidida por el cardenal R. Maradiaga. La basílica se quedó pequeña para el pueblo de Utrera que recibió el mensaje del cardenal salesiano: “mantener sin vacilación la llama de la fe”. Las tres niñas, hoy madres de familia, que hace 25 años ofrecieron las coronas y el cetro a la Virgen volvieron a subir al altar para conmemorar aquel acontecimiento. Tras el emotivo acto y concluida la eucaristía con los vivas a María Auxiliadora, el pueblo de Utrera se volcó en la calle para acompañar a su Madre. La Verbena alargó la fiesta hasta días después para seguir compartiendo las emociones vividas de tantos días. Así terminó el mes de mayo mariano y salesiano que quedará grabado en el corazón de toda Utrera por tantas experiencias vividas. Confiamos que la Santísima Virgen siga bendiciendo la obra salesiana 125 años después de aquel primer 24 de mayo vivido en familia y sencillez en la iglesia del Carmen junto a un cuadrito de la Virgen por falta aún de una imagen que llegaría años después.
Leonardo S. Acevedo
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