Es evidente que la situación social, cultural y religiosa de España ha cambiado bastante. La sociedad europea y, particularmente, la española, son definidas por los sociólogos con palabras como: secularización, laicismo, materialismo, consumismo, hedonismo, satisfacción inmediata, individualismo, egoísmo, sectorialidad, profesionalización, postmodernidad, postcristianismo… Pero sería un error creer que estos tiempos son más difíciles que los anteriores. Cada tiempo tiene sus dificultades y sus oportunidades. Los nostálgicos lamentan las dificultades; los inteligentes y apostólicos aprovechan las oportunidades. Por vocación y sensibilidad los salesianos deberíamos pertenecer a este último grupo. Quizá sea el “colectivo joven” quien mejor refleje el cambio cultural de la sociedad. Los salesianos, como don Bosco, aman el tiempo en el que viven y a los jóvenes y son sensibles a “sus gritos y a sus demandas”. Por ello, sin ceder en “pasión” salesiana, tendremos que esforzarnos en modernizar nuestros lenguajes para captar la longitud de onda en la que emiten y reciben los jóvenes. Y, al mismo tiempo, tendremos que estar más atentos a la coherencia de nuestra vida personal, al testimonio comunitario o de familia, a poner más audacia en la educación y evangelización de los jóvenes a las que seguimos estando llamados.
No hay Comentarios