La pastoral juvenil es la acción pastoral de la Iglesia en favor de los/as jóvenes. La Pastoral Juvenil se “encarna” en medio de los retos que provienen del ser joven y de serlo en una situación concreta. Decía el salesiano italiano Riccardo Tonelli que haciendo pastoral juvenil la comunidad cristiana se compromete a realizar “en situación” la causa de Jesús, a la vez que “sirve” a los hijos que ha engendrado a una vida nueva y quiere llevarles a la plenitud de vida. Por eso, la pastoral con jóvenes ha de unir anuncio del evangelio con la promoción integral de todas las dimensiones de la persona de cada joven. Y por ello la pastoral juvenil desembocará, lógicamente, en pastoral vocacional: ayudar a la persona a discernir y seguir su misión y lugar en la vida, es decir, expresado en lenguaje cristiano, hallar el modo de vida que Dios ha soñado para ese o esa joven para que sea feliz cuidando a otras personas, a sí mismo y su relación con el Dios encarnado en Jesús.
Un sínodo muy oportuno
En octubre de 2018 se celebrará en Roma la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que tratará precisamente este tema: Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional. En enero se publicó el Documento Preparatorio. En él se lee que el Sínodo quiere “interrogarse sobre cómo acompañar a los jóvenes para que reconozcan y acojan la llamada al amor y a la vida en plenitud, y también pedir a los mismos jóvenes que la ayuden a identificar las modalidades más eficaces de hoy para anunciar la Buena Noticia”, ya que “la vocación al amor asume, para cada uno, una forma concreta en la vida cotidiana a través de una serie de opciones que articulan estado de vida (matrimonio, ministerio ordenado, vida consagrada, etc.), profesión, modalidad de compromiso social y político, estilo de vida, gestión del tiempo y del dinero, etc. Asumidas o padecidas, conscientes o inconscientes, se trata de elecciones de las que nadie puede eximirse. El propósito del discernimiento vocacional es descubrir cómo transformarlas, a la luz de la fe, en pasos hacia la plenitud de la alegría a la que todos estamos llamados”. Por tanto, escuchar, acompañar y ayudar a discernir son las acciones pastorales prioritarias en este campo.
Atreverse a cuestionarse
El documento formula al final cuestiones como éstas a las comunidades pastorales:
– ¿Cuál es la implicación de las familias y las comunidades en el discernimiento vocacional de los jóvenes?
– ¿Cuáles son las contribuciones a la formación en el discernimiento vocacional por parte de escuelas y universidades o de otras instituciones formativas (civiles o eclesiales)?
– ¿De qué modo tenéis en cuenta el cambio cultural causado por el desarrollo del mundo digital?
– ¿De qué modo las Jornadas Mundiales de la Juventud u otros eventos nacionales o internacionales pueden entrar en la práctica pastoral ordinaria?
– ¿De qué modo en vuestras Diócesis se proyectan experiencias y caminos de pastoral juvenil vocacional?
Jesús Rojano
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