Queridos amigos: ¿Cómo habéis terminado el curso los más jóvenes? Espero que hayáis aprobado todas las asignaturas y, además, con buena nota. Siendo así, ahora toca descansar, disfrutar, pasarlo bien y -¿cómo no?- seguir aprendiendo durante las vacaciones de verano, otras cosas buenas que no se pueden aprender en el colegio. ¿Y los mayores? Sí, no me olvido de ellos, aunque ya hace tiempo que dejamos atrás el colegio. Es cierto que no tenemos que ir a clase obligatoriamente ya, ni tenemos que hacer “deberes” o responder a unos exámenes que exijan vacaciones cada cierto tiempo, sobre todo en el verano. Sin embargo, no por eso hemos dejado de tener responsabilidades, deberes, obligaciones, actividades de todo tipo que nos cansan, nos desgastan y nos hacen quemar energías que, es natural, debamos reponer con el descanso conveniente. En este sentido, amigos, los mayores, igual que los más jóvenes, también necesitamos -y nos merecemos- un tiempo de vacaciones. Necesitamos esos días que la mayoría elegimos tomarnos de los meses veraniegos de julio y agosto para descansar. Los mayores, igual que los más jóvenes, tenemos también el deber de seguir aprendiendo muchas de esas cosas buenas que, de otra manera, no se podrían aprender. Y para hacer todo esto, los días de vacaciones en los meses de verano pueden ser los más propicios, pues es cuando disponemos de más tiempo libre o de plena disponibilidad. Porque no hay que confundir el ocio y el descanso necesarios con el no hacer nada. Ya sabemos que para don Bosco el mejor modo de descansar era cambiar de actividad. Quiere decir que el tiempo libre, especialmente del que disponemos durante las vacaciones, bien sea donde vivimos habitualmente o en el lugar al que nos desplacemos, hemos de llenarlo de algo provechoso tanto para el cuerpo como para el espíritu. Es tiempo para crecer. No podemos malgastarlo, sino aprovecharlo. Entonces, amigos, ¿nos hemos detenido ya a pensar cómo vamos a darle sentido y contenido a este tiempo de vacaciones? o ¿hemos planificado bien la elección de cómo pasar estos días de descanso? Es importante que hagamos esto si queremos llenar de verdad el verano. A discernir lo que queremos y los medios que vamos a poner para conseguirlo, nos puede ayudar muy bien el tema del Boletín correspondiente a estos meses de julio y agosto: Ocio y tiempo libre responsable. Entre las muchas actividades provechosas que podemos realizar durante el verano están las que nos permiten perfeccionarnos: lecturas, deporte, pintura, música, poesía… Podemos intensificar las relaciones familiares, estrechar lazos de amistad, realizar actividades culturales, deportivas o turísticas, leer el libro aparcado que espera, hacer manualidades que despierten nuestra creatividad o enriquecernos con las creaciones de los demás: visitar monumentos, contemplar espléndidos paisajes de la naturaleza. También es un tiempo ideal para colaborar en el voluntariado social o misionero o para participar en las actividades que organizan los Salesianos y las Salesianas. El verano, en fin, es el tiempo oportuno para volver a escuchar a Jesús diciéndonos “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados… encontraréis vuestro descanso” (Mt 11,28-30). ¿Vamos a desaprovechar esta nueva oportunidad que tenemos de crecer? Con mi afecto y oración
Pablo Marín, Director
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