El año 2005 marcó el comienzo de un lento proceso de recuperación en Sudán, tras una cruenta guerra civil que había durado veintiún años. El esfuerzo para la reconstrucción del país ha estado empañado por el conflicto étnico de Darfur, en el extremo oeste, una zona que continúa deteriorándose a pesar del acuerdo de paz firmado el pasado mayo. La guerra ha dejado sin hogar a centenares de miles de sudaneses que se han desplazado al norte del país. La falta de todo tipo de infraestructuras y las necesidades de una población sin recursos hacen extremadamente compleja la recuperación. Esta ha llevado a la Familia Salesiana a dedicar el Domingo Misionero Salesiano 2006 a la reconstrucción de Sudán. Se trata de una jornada misionera que se celebra anualmente con el objetivo de centrar la cooperación salesiana en un lugar de pobreza extrema. Don Francis Alencherry, consejero general para las Misiones, afirma que el objetivo de este proyecto es “despertar el interés de todos para la reconstrucción de esta nación, especialmente desde el punto de vista de la evangelización, la educación y el desarrollo humano”. Para ello se ha formulado el Proyecto Nuevo Sudán, que busca consolidar y desarrollar las actuales comunidades misioneras; facilitar la educación y la preparación profesional de la infancia y la juventud necesitadas, garantizándoles una formación humana y cristiana integral, y expandir la tarea misionera a lugares estratégicos, tanto en ciudades como en zonas rurales.Misión en un país deshecho Los Salesianos y las Hijas de María Auxiliadora trabajan en estrecha colaboración en las misiones del país. En los campos de refugiados de Jartum, la capital, atienden a más de un millón de desplazados de las regiones del sur. En el suburbio de Kalakalà, en la parroquia de Saint Joseph, han organizado una escuela profesional para 950 jóvenes que provienen de los campos de refugiados, de la calle, o de los tres reformatorios juveniles. También han promovido la apertura de ocho escuelas a las que asisten cerca de cinco mil niños. El coadjutor salesiano Giacomo Comino, misionero italiano en Sudán, explica cómo es la situación en los campos de refugiados: “No hay nada. He visto miles de personas sin ningún sitio donde vivir, nada para cubrirse del sol. El primer gran problema es que no hay un lugar en el que puedan refugiarse durante el día de los 50 o 55 grados de calor. Las organizaciones solían darles comida, medicinas y una tienda de plástico, pero ya no los consideran como una emergencia”. En Wau los Salesianos y las Hijas de María Auxiliadora han continuado realizando su obra educativa, a pesar de las dificultades de la guerra, especialmente ardua en este lugar. Tienen una escuela de secundaria y un centro de formación profesional. Los jóvenes, además de instrucción escolar y profesional, actividades musicales y deportivas, tienen garantizada la alimentación y asistencia médica. En El Obeid se fundó hace seis años el Don Bosco Vocational Training Centre, donde se imparten cursos de mecánica de coches, albañilería, carpintería, fontanería, electricidad. Asisten 500 jóvenes, entre cursos diurnos y nocturnos. Más reciente es el hogar que durante la noche acoge a unos treinta niños sin techo. Son menores sin recursos que vivían en la calle, como los que han descubierto una vocación musical en la ;i>Don Bosco Boys Band, una banda musical muy reconocida, que dirige el padre Vincenzo Donati. La obra salesiana en Tonj surge en una de las zonas más afectadas por la guerra civil. Las actividades, paralizadas durante un tiempo, se reiniciaron en 2000. Cuentan con una escuela primaria, un centro médico, una leprosería, un dispensario que asiste diariamente a doscientas personas, y una clínica móvil que recorre las aldeas. Por otra parte, la comunidad salesiana se ocupa del desarrollo agrícola de la zona, mediante la enseñanza de nuevas técnicas de cultivo, con las que se pretende detener el problema del hambre y compensar la actual dependencia de ayuda extranjera. En la misión de Tonj se han redoblado los esfuerzos para atender a los refugiados de Darfur. Los misioneros ofrecen casa y formación a sesenta chicos huérfanos que provienen del campo de refugiados de Nyala, garantizándoles alojamiento, alimentación, asistencia sanitaria y formación. Esta amplia tarea misionera que se ha desarrollado en Sudán, renovada con un nuevo impulso gracias al Proyecto Nuevo Sudán, trata de aliviar una situación extremadamente precaria. Como señala el Rector Mayor, don Pascual Chávez: “aunque los destinatarios preferenciales de nuestra intervención son los niños, los adolescentes y los jóvenes, aquí todo está por hacerse para todos. Por eso, el proyecto que emprenderemos comprende la acción asistencial, la educación y la evangelización, con la finalidad de construir un nuevo Sudán, más humano y más cristiano. Éste es el sueño de Dios que nosotros hacemos nuestro”. ;div align="right">;font color=";img src=Marcas/RomboA.gif>336699">María Jesús Rodríguez;/div>Sudán en cifras Nombre oficial: Jumhuriyat as-Sudan. Superficie: 2.505.813 Km2. Forma institucional: República presidencialista. Población: 33.610.000 habitantes (estimación de 2003). Densidad de población: 13 habitantes por km2. Población urbana: 38% en 2002. Esperanza de vida: 55,5 años. Capital: Jartum. Idioma: Árabe (oficial), Dinka, Nuet, Beja y otros. Moneda: Dinar sudanés. Deuda externa: 20 miles de millones de dólares ( en 2001). Religión: Musulmanes sunní, 73%. Creencias indígenas, 16,7%. Cristianos 9,1 %. Otras creencias, 1,2 %.Sudán salesiano El 1 de agosto de 2006 se inauguró la Delegación Salesiana de Sudán, compuesta por cinco presencias: dos en Jartum y las otras tres en El Obeid, Tonj y Wau. En octubre, además, se pondrá en marcha una nueva presencia en Juba. Desde la llegada de los primeros salesianos, en 1979, el trabajo y las vocaciones han aumentado considerablemente. Hoy son 37 los Salesianos de Don Bosco en el país.
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