Manuel Ramos y Germán Rivas recibieron la Ordenación Diaconal de manos del Arzobispo de Madrid
MADRID
“Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis” (Mt 10, 8). Esta frase evangélica ha sido el lema elegido por Manuel Ramos López y Germán Rivas Pereda para un momento importante dentro de su camino vocacional como salesianos: su ordenación diaconal.
La solemne celebración tuvo lugar en el santuario de María Auxiliadora de Atocha, en Madrid, en la mañana del pasado 11 de junio a las once de la mañana.
El acontecimiento ha sido un día destacado en la vida de la Inspectoría de Santiago el Mayor, a la que pertenecen. Por ello ha sido destacada la numerosa participación de salesianos, familiares, y, sobre todo, la gran cantidad de jóvenes que llenó el templo parroquial salesiano. Especialmente significativa ha sido la presencia de animadores y jóvenes de las casas en las que los nuevos diáconos colaboran pastoralmente cada semana, como son las presencias de Alcalá de Henares y de Salesianos Estrecho en Madrid. De esta última obra era el coro que animó musicalmente la celebración.
El sacramento estuvo presidido por el Arzobispo de Madrid, Carlos Osoro Sierra, quien impuso las manos a los candidatos y pronunció sobre ellos la oración de consagración que les ha incorporado a este ministerio eclesial.
En su homilía, el prelado de la diócesis madrileña, invitó a los nuevos diáconos a ser servidores de la Iglesia y de los jóvenes.
El diaconado, como paso previo a la ordenación presbiteral, supone un momento importante dentro del camino vocacional de estos hermanos. Por ello han preparado este momento con su paso por la comunidad formativa del Teologado, donde ambos completarán sus estudios teológicos y su formación salesiana.
Y es que al ordenarse de diácono el aspirante al sacerdocio da un paso importante en su vida para culminar su vocación al presbiterado.
Lo específico del diaconado es ser servidor de la Palabra de Dios, ya que comienza a proclamar el Evangelio en las celebraciones litúrgicas. Evangelio que también predica a la asamblea. Además, puede administrar sacramentos tan importantes como el bautismo y el matrimonio así como otros detalles en las funciones litúrgicas y caritativas.
Además, la parroquia de María Auxiliadora en Atocha fue erigida canónicamente en junio de 1966 por lo que esta ordenación diaconal ha coincidido con las Bodas de Oro de la parroquia que ha sido designada como templo jubilar en el año jubilar de la Misericordia.
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