Queridos amigos del Boletín Salesiano, con el Sínodo que se celebra en este mes en Roma, la Iglesia quiere escuchar los sueños de los jóvenes y responder con toda su “maternidad”. En perfecta sintonía con la Iglesia, los Salesianos nos preparamos para hacer lo mismo con la celebración del Capítulo General 28 (CG28) para 2020.
Queremos escuchar el corazón de los jóvenes: de los más cercanos a los más distantes. Les preguntamos qué esperan de nosotros, cómo podemos ayudarles y cómo ellos pueden ayudarnos a ser más fieles al Señor, como Don Bosco. Su participación en la Asamblea Capitular Salesiana será más que “simbólica”; pero aunque no puedan participar físicamente en todos los momentos, estarán presentes con su palabra joven, fuerte, valiente y hasta “audaz”.
El tema del Capítulo será: “¿Qué salesianos para los jóvenes de hoy? Es una pregunta importante. El filósofo Umberto Galimberti dice por ejemplo: “Los jóvenes piden profesores motivados y carismáticos, porque aprenden por fascinación”. Y los jóvenes a los adultos les dicen: “No los odiamos, al contrario, les agradecemos que nos ayuden a realizar lo que queremos llegar a ser, porque tenemos un sueño y no queremos que se apague como las estrellas fugaces”.
Como ejemplo, quisiera compartiros dos escritos que recibí recientemente. El primero es un mensaje personal de un joven animador que me llegó en Facebook, y el segundo es el testimonio de un joven que conocí en una de mis últimas visitas:
Primer escrito: “Querido don Ángel, acabo de ver su mensaje sobre el CG28. El tema del Capítulo me pareció formidable. Ya me había dedicado un tiempo a reflexionar un poco sobre la presencia salesiana, que nuestra realidad necesita y los jóvenes necesitamos, inspirados por la experiencia personal que he tenido con los Salesianos que me han acompañado a lo largo de mi crecimiento. Me parece que el Capítulo nos implica directamente, jóvenes en formación y en acompañamiento o ya jóvenes animadores, ya que somos sensibles a los gestos que se nos pueden dirigir […] La invitación a poner en primer lugar las cosas del corazón me llena de alegría; el desafío de dejar la llamada zona de confort me llena de gran esperanza, porque necesitamos Salesianos con convicción, sueño y pasión que puedan ser testigos vivos del amor de Cristo y que puedan ser un ejemplo de lo que Don Bosco ha profesado. Creo que así podremos volver a enamorarnos de este modo de vida y crecer más a nuestra querida Familia Salesiana. Te llevo en mi corazón”.
“Los jóvenes necesitamos Salesianos con convicción, sueño y pasión que puedan ser testigos vivos del amor de Cristo y que puedan ser un ejemplo de lo que Don Bosco ha profesado”.
En mi última visita a México, un joven del MJS me entregó este segundo testimonio: “[…] Mi nombre es A. K. y tengo 23 años. Vengo de la frontera de Nuevo Laredo, Tamaulipas. Es un verdadero desafío escribir estas palabras y saber que serán leídas por el sucesor de Don Bosco. Conozco a los Salesianos desde hace 10 años. Es una gran bendición haber visto nacer un Oratorio desde un verdadero basurero; la alegría de ver cómo se fue formando una comunidad que quería trabajar, marcar la diferencia, cultivar un espacio de alegría, convivencia y paz para nuestros niños y jóvenes, un lugar donde amar a Cristo libremente, dedicando tiempo y esfuerzo. Durante este tiempo fue difícil mantener vivo el Oratorio, debido al difícil ambiente lleno de drogas, alcohol, migración ilegal y donde los más expuestos e indefensos son los niños. Es difícil la lucha diaria, de todos contra todos. Hay que reconocer el apoyo de la comunidad salesiana y de los voluntarios que nos acompañan e intentan liberar a los jóvenes de estas situaciones. También hay jóvenes enamorados de Jesús y de Don Bosco, que han encontrado un segundo hogar, donde poder expresarnos y divertirnos de una manera sana, nuevos amigos… Por eso, los jóvenes de Nuevo Laredo queremos decirle a Don Bosco que queremos ser tan valientes como él al soportar tantas situaciones sin desesperarse y sin rendirse, siempre luchando por nuestros sueños. Muchos de nosotros seguimos preguntándonos qué hemos hecho para ser elegidos, para conocer y vivir en un Oratorio, y dentro de él aprender a compartir el ejemplo de Don Bosco.
[…] Muchos de nosotros no nos imaginamos una vida sin Don Bosco, sin Salesianos, incluso podemos decir que no estaríamos enamorados de Dios de una manera tan “loca”, llena de risas y de grandes experiencias. Don Bosco has guiado a los perdidos que, sin saber el norte de sus vidas, han encontrado la respuesta en esta casa, escuela, iglesia y patio. Por eso, querido Don Bosco, quiero agradecerte que sigas empujando y motivando a los jóvenes, y quiero agradecerte que mantengas viva mi “Gran Familia Salesiana”, en donde puedo irradiar la alegría de ser yo mismo, de hacer lo que me gusta, sin miedo ni vergüenza, simplemente viviendo al máximo el carisma salesiano y pudiendo decir que mi elección es Cristo, al estilo de Don Bosco”.
Dos testimonios que nos dicen lo importante que es para estos jóvenes el camino de vida en el ambiente salesiano y cómo este ambiente los lleva al encuentro con Jesús. Al mismo tiempo, nos piden que estemos cerca, especialmente en las decisiones importantes y profundas que realmente tocan sus vidas y corazones.
Somos los hijos de un soñador y no dejaremos que los sueños de los jóvenes salgan como estrellas fugaces. Os invito a rezar por los frutos del Sínodo en el que me encuentro participando. Rezo por vosotros.
Pie de foto principal: Última visita del Rector Mayor a México, donde compartió momentos con tantos y tantos jóvenes de ambientes salesianos.
Ángel Fernández Artime
Rector Mayor
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