Todo, casi, como Don Bosco
Estamos acabando este 2017 bajo el Aguinaldo: Somos Familia: Cada hogar, escuela de Vida y Amor. ¡Y qué bueno poder hacerlo con el beato Felipe Rinaldi!
Porque aunque Don Bosco fue proclamado oficialmente por Juan Pablo II Padre y Maestro de la Juventud, don Rinaldi también se merece el título de Padre respecto a la Familia Salesiana.
A don Rinaldi Don Bosco lo ganó para su causa cuando Felipe tenía veintiún años. Recibida la consagración sacerdotal, se le dio el encargo de formar a los aspirantes adultos. En 1889 el beato Miguel Rua lo envió de director a Sarriá (Barcelona); llamado después a ser inspector, contribuyó de manera decisiva al desarrollo de la España salesiana.
Nombrado Vicario general de la Congregación, demostró aún más sus dotes de padre y su riqueza de iniciativas: cultivo de las vocaciones; creación de centros de asistencia espiritual y social para las jóvenes obreras; guía y apoyo de las FMA en un momento delicado de su historia. Dio gran impulso a los Salesianos Cooperadores; fundó las federaciones mundiales de Antiguos Alumnos y de Antiguas Alumnas. Trabajando con las Celadoras de María Auxiliadora, intuyó y siguió un camino que llevaba a una nueva forma de vida consagrada en el mundo, que más tarde cuajaría en el Instituto Secular de las Voluntarias de Don Bosco (de las que estamos celebrando el primer Centenario).
Elegido Rector Mayor (1922), dedicó todas sus energías para adaptar a los tiempos nuevos el espíritu de Don Bosco. Cultivador de la salesianidad y maestro de espiritualidad, robusteció la vida interior de los Salesianos, su familiaridad íntima con Dios y la confianza sin límites en María Auxiliadora. Pidió a Pío XI la indulgencia del trabajo santificado; favoreció las misiones enviando a muchos salesianos jóvenes para que aprendieran la lengua y las costumbres. De él dijeron: A don Rinaldi le falta solo la voz de Don Bosco, todo lo demás lo tiene.
Y lo dicho: gracias a don Rinaldi, los diferentes Grupos de la Familia Salesiana fueron comprendiendo que era mucho más lo que les unía que lo que los separaba. Solo quedaba dejar pasar unos cuantos años para que pudiésemos decir: realmente “Somos Familia”.
Autor dibujo: Paco Fuentes
José Antonio Hernández
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